Qué valorar a la hora de escoger una residencia de cuidado de mayores

Consejos

Qué valorar a la hora de escoger una residencia de cuidado de mayores

Elegir un centro residencial para nuestros mayores que ofrezca calidad de servicio, empatía y atención especializada es la base del bienestar de nuestros familiares y, por tanto, una elección compleja que suscita dudas y merece ser valorada con calma y contando con toda la información. Pero, ¿qué información es realmente relevante?

Para responder a esta pregunta tan habitual en muchas familias, hemos recopilado los factores clave que se deben tener en cuenta a la hora de decidirse por una residencia de cuidado de mayores. ¿Quieres conocerlos?

Los 7 factores a tener en cuenta para escoger una residencia de mayores

Para realizar esta lista de consejos para encontrar la mejor residencia para el cuidado de sus mayores, hemos consultado a los profesionales del Centro Residencial Almudena, con más de 30 años de experiencia acumulando una excelente reputación que la vuelve una de las residencias de ancianos mejor valoradas de Málaga. Vamos allá.

1. Emplazamiento y accesibilidad

Si hay un factor inicial que valorar de una residencia de mayores, es su ubicación. Un emplazamiento adecuado para un centro residencial se traduce en dar con una ubicación cercana al entorno del mayor, que favorezca su seguridad en un paraje conocido e incentive las visitas que tanto bien les hacen.

Una vez se han buscado las residencias más cercanas, la accesibilidad se valora en base a una sencilla entrada por carretera en caso de encontrarse en un área no urbana o en un lugar tranquilo y de fácil acceso en área urbana. En el caso del Centro Residencial Almudena, por ejemplo, encontramos mayores provenientes de todos puntos de la provincia de Málaga y alrededores, gracias a su ubicación en un entorno tranquilo con un clima privilegiado.

2. Valoración de las instalaciones y su equipamiento

Valorada la accesibilidad, el siguiente paso será conocer las instalaciones de la residencia, que debe contar con habitaciones amplias y luminosas, zonas al aire libre, comedores agradables y adaptados y áreas médicas.

Todo ello además de tener muy en cuenta el equipamiento necesario para la tercera edad, de especial atención en baños y aseos, que deben estar totalmente adaptados. Ello sin olvidar el acceso a sillas de ruedas, ascensores y rampas, entre otras facilidades que pueda incluir cada centro residencial.


3. Servicios del centro residencial

El siguiente factor a tener en cuenta es uno de los más esenciales, pues se refiere a los servicios que el centro de cuidado de mayores ofrece a sus residentes.

En esta ocasión, se debe buscar la mayor calidad tanto en atención médica como asistencial y social, para asegurar el bienestar integral del mayor. Esto se valora en función del personal sanitario que cada centro tiene en plantilla, así como la asistencia en las tareas diarias a los residentes y la organización de actividades para el óptimo mantenimiento de su salud física, social y mental.

Además, es fundamental valorar los servicios especializados con los que cuenta cada residencia y que pueden ser necesarios según qué casos. Por ejemplo, el Centro Residencial Almudena está especializado en cuidado del Alzheimer y otras demencias relacionadas con la edad, siendo espacio de referencia para quienes necesitan estos cuidados en Málaga.

4. Respuesta a las necesidades del mayor

En relación directa con los servicios específicos que acabamos de mencionar se encuentra este tercer factor a valorar: buscar un centro que enfocado en las necesidades concretas que cada persona requiere.

Como hemos mencionado, en el caso del Centro Almudena, esta adaptación se dirige a quienes sufren demencias como el Alzheimer, y se concreta en talleres de estimulación cognitiva y de memoria, así como talleres de psicomotricidad o actividades básicas enfocadas a retrasar al máximo el avance de esta demencia y favorecer la autonomía y la salud general de cada residente que la sufre.

De esta forma, distintas residencias cuentan con sus propios programas enfocados a determinados grados de dependencia o se han especializado en el cuidado de una demencia o patología concreta, física o mental.


5. Equipo de trabajo de la residencia

Factores mencionados anteriormente como los servicios o los recursos especializados de una residencia de ancianos son en gran medida consecuencia directa del equipo de trabajo de la misma.

Así, una residencia que ofrece atención de calidad debe contar con un equipo multidisciplinar que incluya tanto personal sanitario (médicos, enfermeros, fisioterapeutas, y auxiliares), como personal asistencial, es decir, cuidadores que acompañan a los ancianos en su día a día, y trabajadores sociales y terapeutas formados para la impartición de talleres, clases y actividades a mayores. Todo ello además de un personal cualificado y coordinado en materia administrativa, limpieza y gestión.

6. Opciones y calidad nutricional

La alimentación es otro de los elementos básicos que una residencia debe tener en cuenta y valorar de forma preeminente para ofrecer un cuidado de calidad y adaptado. En este sentido, es clave tener en cuenta cómo se organizan las dietas de los mayores en función de las necesidades de cada uno de ellos.

Para ello, se deben consultar los menús de cada centro residencial y si se cocinan en las propias instalaciones de la residencia o provienen de un servicio externo. En el caso del Centro Residencial Almudena, las comidas se realizan por el propio equipo de cocina de la residencia, que cuenta con formación adaptada y realiza menús tradicionales en base a los alimentos de temporada, siempre bajos en sal y con alto contenido de fruta y verdura. Por supuesto, estos están adaptados a cada residente en función de sus alérgenos, necesidades de azúcar, etc.


7. Contrato y precio justos

El último elemento clave a valorar al escoger una residencia de ancianos es el contrato y precio de la misma.

En primer lugar, se debe saber que cada residencia debe ofrecer una lista de precios oficial controlada por las administraciones. El precio debe ser proporcional a los servicios, instalaciones y asistencia ofrecidos por cada residencia. Siempre se debe preguntar qué servicios incluye el presupuesto inicial y cuáles deben abonarse aparte.

En segundo lugar, el contrato debe leerse con total tranquilidad y cada residencia debe permitir que las familias se tomen el tiempo que necesiten. Es recomendable asegurarse de que el centro cuenta con todas las autorizaciones pertinentes y que el contrato ofrezca claridad y transparencia en cada cláusula.

Ahora que se conocen los criterios para escoger la mejor residencia de cuidado de mayores, sólo queda recordar el último y más importante factor: la opinión y aprobación del futuro residente, fundamental para su bienestar en el espacio escogido. Además, si buscas una residencia con las mejores prestaciones en Málaga, no dudes en contactar con el Centro Residencial Almudena para valorar cualquiera de los puntos mencionados y comprobar sus posibilidades de cuidado adaptado para mayores.