Cómo ahorrar en la factura de la luz en 5 pasos

Consejos

Cómo ahorrar en la factura de la luz en 5 pasos
Índice:

Está claro que la electricidad es un bien básico tanto en hogares como en empresas. Por eso, cuando hablamos de la factura de la luz, nos referimos a algo mucho más amplio que la iluminación que obtenemos en nuestras casas a través de lámparas y bombillas. Hablamos de todo el consumo energético asociado a la red eléctrica: ordenadores para trabajar, cargadores para poder usar el teléfono móvil o ducharnos con agua caliente en caso de tener termos eléctricos.

Por eso, y porque el precio de la luz experimenta una de las subidas más importantes de su historia, muchos hogares y compañías que dependen de la electricidad para su producción buscan la manera de reducir y ahorrar en su factura de la luz. Y para conseguirlo, hoy te traemos los consejos más eficientes para que veas disminuir el precio de tu consumo eléctrico. Pero, primero, es muy importante conocer cómo se calcula el precio final de nuestra factura.


Así se calcula el precio de la luz en nuestra factura


El precio de la luz se calcula fundamentalmente a partir de 2 criterios: la energía consumida y la potencia contratada. Mientras que el primero es variable, la potencia es fija. De esta manera, la potencia se refiere a una potencia máxima contratada, por lo que no depende del consumo, aunque el precio de la factura sí depende de ella, ¿cómo ocurre esto?

  1. Pues bien, la potencia determina la cantidad de electricidad simultánea que puedes consumir: a mayor potencia contratada, mayos número de aparatos y dispositivos y capacidad de consumo. Por ello, ésta no varía en función de la cantidad de electricidad que uses, pero sí tiene repercusión en la factura, pues si utilizas menos del 85% de la que tienes contratada se te cobrará ese porcentaje, si utilizas más se te cobrará íntegramente (es decir, el 100% del precio para esa potencia), y si consumes un 110% más, se te penalizará con un pago extra.
  2. Por otro lado, la energía consumida es la que depende directamente de cuánta electricidad uses. Se mide en kilovatios por hora (kWh) y cuántos más consumas, más pagarás. El precio del kW/h varía en función de lo establecido por las compañías eléctricas, y puedes consultarlo aquí, así como de la tarifa que tengas contratada.

Además de estas 2 variables, el precio final incluirá también los impuestos asignados a la electricidad, el gasto del contador y el IVA.


Los 5 consejos clave para gastar menos electricidad


Con lo que hemos visto, aquello en lo que tendremos que incidir para reducir el precio de la factura de la luz será la energía consumida, ya que la potencia es un factor fijo, aunque puedes optar por disminuir tu potencia máxima contratada para pagar menos de forma fija. Pero ahora adentrémonos en esos trucos tan importantes para limitar el consumo de electricidad:


1. Cambia tus hábitos de consumo diario para reducir el gasto


Lo primero que podemos hacer para reducir nuestro gasto de electricidad es modificar nuestras rutinas de consumo diarias. Adaptar nuestro uso cotidiano de la energía para hacerlo más eficiente es algo que está al alcance de todos:

  • Consume preferiblemente en las horas valle (horario nocturno y fines de semana) para aquellas actividades que puedas programar, como las lavadoras.
  • Completa la carga de tus electrodomésticos: espera a tener la ropa o vajilla suficiente para asegurar que aprovechas al máximo la capacidad de tu lavadora o lavavajillas, por ejemplo.
  • Utiliza el modo eco de aquellos electrodomésticos en los que tengas esa opción.
  • No dejes luces encendidas ni la puerta del frigorífico abierta.
  • Aprovecha el calor residual de hornos y vitrocerámicas para terminar de cocinar los alimentos.

Estos son sólo algunos ejemplos sencillos e iniciales de cómo un cambio en nuestra mentalidad diaria nos puede ayudar a pagar menos a final de mes.


2. Ahorrar en el consumo de aire acondicionado y calefacción


Los aparatos y sistemas de climatización son algunos de los que más electricidad consumen:

  • El aire acondicionado supone una gran fuente de gasto en verano. Para ajustar su consumo, lo ideal es programar su funcionamiento a una temperatura no inferior a 20 grados, y recuerda apagar el aire un tiempo antes de salir de casa.
  • En cuanto a la calefacción, lo mejor es no utilizar aparatos eléctricos con este objetivo, como estufas de resistencias o radiadores eléctricos, mucho más caros que los sistemas de gas. Pero en caso de tenerlos, lo ideal es utilizarlos el mínimo de horas posible y siempre con las ventanas cerradas, para aprovechar al máximo su poder calorífico.


3. Elige bombillas LED y apaga la luz


La eficiencia de la iluminación LED frente a las bombillas convencionales es una realidad que se viene imponiendo desde hace años. Suponen un ahorro de un 80% gracias a la reducción de energía perdida en forma de calor, además de su mayor duración, que excede entre 8 y 13 años la de las bombillas incandescentes.

Por otro lado, es importante que, aunque utilicemos bombillas de bajo consumo, seamos responsables con el uso de la luz si queremos ver reducido el gasto energético, y para ello sólo tenemos que esforzarnos en encender las luces que realmente necesitemos y no olvidarnos de apagar al salir.


4. Utilizar electrodomésticos eficientes a nivel energético


La clasificación de la eficiencia energética en los electrodomésticos se compone de un sistema alfabético que va de la letra A (más eficiente), a la G (menos eficiente). El ahorro a largo plazo de estos electrodomésticos está más que comprobado, sin embargo, supone una inversión económica muchas veces difícil de asumir. Por ello, lo mejor en este sentido es, primero, hacer un inventario de la eficiencia y gasto, años de uso y grado de desgaste de cada uno de nuestros electrodomésticos para saber en qué orden sería adecuado ir sustituyéndolos poco a poco.

Después, lo recomendable es buscar y comparar precios y modelos de electrodomésticos eficientes y, conociendo cuáles nos conviene sustituir en primer lugar (aquellos más antiguos, que coinciden habitualmente con los menos eficientes, y que supongan un mayor gasto de electricidad), programarnos para ir ahorrando y realizando esta inversión poco a poco.


Cuidado con el stand by, aumenta el importe de tu factura


Dentro de los electrodomésticos y dispositivos que utilizamos diariamente, también debemos tener muy en cuenta aquellos que tienden a dejarse en stand by, como televisores, cargadores u ordenadores, están gastando electricidad constantemente. El gasto de tener estos aparatos en suspensión, con pilotos encendidos o sencillamente conectados a la corriente eléctrica se llama “gasto fantasma”, y llega a suponer el 10% del consumo de electrodomésticos.

Sólo apagando estos aparatos cuando no los estemos utilizando y quitando cargadores no conectados de enchufes podremos notar un considerable ahorro anual en nuestra factura de la luz.


5. Compara opciones para tu factura y busca compañías más baratas


Y, por supuesto, una de las medidas a tener en cuenta siempre es contrastar nuestra actual tarifa de luz y comprar con otras opciones y compañías, para lo cual puedes acudir al comparador habilitado a nivel nacional, y decidir qué tipo de oferta presente en el mercado de la electricidad es más adecuada para ti, permitiéndote reducir el gasto en tus próximas facturas de la luz.


Además, otro elemento fundamental a valorar para reducir nuestro gasto en electricidad es considerar otras formas de obtener energía eléctrica, así como obtener toda la información y soluciones posibles para mejorar nuestro ahorro energético, para lo cual siempre podemos contar con profesionales de la eficiencia energética, que no dudarán en aportarnos el mejor servicio en su área.